A POCOS PASOS

Periodismo:

Realidad versus Utopía

Por: Inés Verónica Obando

Los dilemas éticos, son difíciles de confrontar en la vida profesional de un periodista activo. Los puntos de vista diferentes y contrastantes de la experiencia y ejecución del ejercicio periodístico se fusionan en el libro “El Zumbido y el Moscardón” del autor Javier Darío Restrepo, invitando a situarse y divisar eventualidades que obligaran a decidir sobre cómo y cuándo actuar.

Un axioma de esta profesión es: “Mi deber de periodista es con la verdad. Lo demás es secundario”.  La práctica de este axioma evita que el periodista mienta y le ayudara a saber diferenciar las prioridades en el momento de informar. 

En referencia a la página 149 del libro se formula la pregunta: “Que posición debe tomar el periodista cuando los jefes de la redacción no permiten que se publique un trabajo periodístico que perjudica los intereses de un anunciante?

Esta pregunta podría dar la pauta para analizar, entender y ubicarse en una situación determinada como la siguiente:

Un arquitecto realiza  los planos de lo que será una casa para una familia, contrata a los obreros para la realización del sueño del propietario, plasmada en los  pliegos de papel, los obreros se dedicaran en este caso a seguir las indicaciones del arquitecto hasta completar la obra.

Si se compara  este escenario con el campo laboral del comunicador, se puede decir firmemente que el entorno no permite la acción de periodistas, solo de obreros de la comunicación que verán su trabajo condicionado por las indicaciones  del medio y los intereses que a este se ligan.   

Para el comunicador, en muchas ocasiones decir la verdad significara enfrentarse con el editor, o el director o el dueño del medio, de modo que un periodista se reafirmara única y exclusivamente si es independiente frente a ellos, algo muy difícil de conseguir en el campo laboral, pero no imposible.

Según datos de un estudio realizado por Ciespal (Nov - 2010),  tanto en Quito como en Guayaquil, alrededor de un 19% cree que los medios privados son completamente dependientes de los partidos políticos y el 26% que son algo dependientes. En relación a los medios públicos estos porcentajes se reducen al 13% y 19%, respectivamente; y en cuanto a la dependencia con respecto al gobierno nacional, el 18% cree que los medios privados son completamente dependientes y el 22% algo dependientes. En el caso de los medios públicos tiene promedios similares: 16% y 23%, respectivamente.

Para el 24% los medios privados son completamente dependientes del poder económico y para el 25% son algo dependientes. Para los medios públicos esos porcentajes son 14% y 23%, respectivamente.

Para el 18% los medios privados son completamente dependientes del Presidente Rafael Correa y para el 20% son algo dependientes. Los medios públicos: 17% en los dos casos.

Por último, los grupos sociales más beneficiados por los medios privados son  los políticos, empresarios y los artistas extranjeros.

Toda esta información fue recopilada con el propósito de conocer la percepción que tiene la ciudadanía sobre algunos aspectos relacionados con los medios públicos y privados por CIESPAL.

A medida que los medios públicos se posicionan en Ecuador, la visión del público inicia una nueva etapa. Esta, puede ser una nueva oportunidad para que los profesionales de la comunicación informen teniendo como herramienta fundamental la investigación, ante una sociedad mucho más consciente y crítica, con un trabajo que responda a las necesidades sociales. El equilibrio que se experimentara entre la realidad y la utopía motivara el ascenso y realización del profesional. 

“Las sociedades modernas se encuentran sometidas al mayor sistema de control global que ha existido en la historia de la humanidad” (Pascual Serrano, “Medios Violentos”). La responsabilidad y ética profesional del periodista se pone a prueba  con cada trabajo que se realiza.  

Max Weber pregunto: “¿Hasta qué punto estaban los políticos y periodistas dispuestos a aceptar la responsabilidad de sus acciones?”

En el proyecto de ley de comunicación se enfatiza sobre la “responsabilidad ulterior” en la cual se conmina a los comunicadores a ejercer de manera ética el deber de informar.

Sera entonces importante la lectura e interpretación de señales sociales, por ejemplo el reconocimiento de las influencias sociales, tomando la perspectiva de la comunidad. Una información clara, una crítica eficaz, resistirse a las influencias negativas y de interés personalista, analizar el entorno con criterio, serán entre otras, las pautas para reinventarse en un mundo nuevo que exige al ejercicio profesional que armonice con la dignidad del ser humano y la ética del periodista.